A través de la Resolución 823/2024, publicada el pasado viernes en el Boletín Oficial de la Nación, el Ministerio de Seguridad que dirige Patricia Bullrich creó el Comando Unificado de Seguridad Productiva. El mismo estará a su cargo junto a las autoridades que designe para «ejecutar tareas destinadas a la prevención y control del orden en los enclaves productivos del País» y «tendrá a su cargo la conducción de los cuerpos policiales y las fuerzas de seguridad afectadas al operativo, en coordinación con las autoridades jurisdiccionales correspondientes». En consonancia se «invita» a cada ministro provincial a «designar un representante de los cuerpos policiales locales» para integrar el flamante Comando.
«Contribuirá con una mejor y más eficiente organización sobre el despliegue territorial de tareas destinadas a la prevención de los delitos contra la propiedad, las personas y acciones delictivas que dañen los sectores productivos».
El texto legal al que se puede acceder aquí presenta como antecedente «graves hechos de violencia y bloqueos» en distintas locaciones productivas y menciona a zonas portuarias como San Lorenzo y Timbúes, ubicadas ambas en el sur de La Bota. A principios de agosto la huelga de aceiteros -que reclamaban que el Salario Minimo, Vital y Móvil cubriera las necesidades básicas para el que fue creado por Ley- tuvo paralizado al enclave portuario del sur santafesino.
Además suma un fundamento para respaldar la creación de los cuerpos de choque: «La formación de unidades de mando unificado para coordinar estratégicamente los medios existentes en el marco de planes de seguridad interinstitucionales ha posibilitado optimizar y potenciar el aprovechamiento de los efectivos y capacidades con las que cuenta cada fuerza federal de seguridad para llevar a cabo sus funciones».
Como la razón central de la creación del Comando Unificado de Seguridad Productiva, el texto resalta: «Existen sectores de la economía que, a causa de su gran contribución al crecimiento del país debido al volumen de su producción, a la magnitud de su aporte, a su conexión con los servicios públicos, a la sensibilidad del material derivado de su actividad o al alto valor de sus productos, requieren de una seguridad especial«. Actualmente estos sectores son las petroleras, cerealeras y mineras.