Colón va por la gloria en Asunción

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Es el partido de las emociones, del optimismo y los miedos a la vez. Es el partido en el que el recuerdo de los que ya no están se manifiesta más latente y agradecido que nunca. Hay muchos hinchas de Colón que hoy estarán mirando al cielo para recordar a aquel o aquella que ya no está, que ya se fue pero que le dejó un legado. Ese legado, para toda la vida, está escrito en rojo y negro. No hace falta decir que se puede cambiar de todo, en la vida, menos de club. Eso se lleva arraigado como nada ni nadie en el corazón. Y así lo sienten aquellos que viven en esta ciudad tan húmeda y calurosa o en cualquier rincón de la nuestra, la antesala, las horas previas del gran partido de la historia de Colón.

El Cementerio de los Elefantes fue, posiblemente, el primer hito, los cimientos que comenzaron a construir la historia grande de Colón. Ganarle al Santos fue el puntapié inicial del crecimiento. Que supo de algunas pausas, es cierto, como aquellos años duros en la B. Pero aquel camino se transitó con hidalguía no exenta de sufrimientos. Se armaban equipos importantes, de jerarquía para la divisional. Pero la suerte era esquiva. Antes de todo eso, el transitar por Primera División supo de varios años en los que Colón era sinónimo de buen fútbol, de pelota contra el piso, de calidad y jerarquía en aquellos jugadores como Cococho Alvarez, Carlos López, el chaqueño Mazo, Hugo Villarruel, esa dupla central formada por Villaverde y Trossero, el Bambi y Edgar Fernández para marcar las puntas y el gran Poroto Saldaño que llegó para triunfar en Colón.

Es muy posible que hayan existido varios equipos que hayan jugado más y mejor que el actual. Pero el fútbol, si de algo reniega, es de la lógica. Hay cuestiones azarosas de las que se pudo valer este plantel de Lavallén para llegar adonde llegó. Partidos que quedarán grabados en el recuerdo, como aquella revancha en circunstancias totalmente adversas, ante Argentinos Juniors o la última gesta en Belo Horizonte, cuando el Mineirao se movía por el salto de la gente del Mineiro y Colón logró la hazaña merced a los penales, un verdadero aliado en las definiciones en esta Copa Sudamericana.