En los días posteriores a la devaluación del 22 por ciento efectuada por el Gobierno nacional tras las PASO del 13 de agosto, comenzaron a registrarse incrementos por encima de la inflación y del porcentaje mencionado en los precios de alimentos. Las repercusiones en los comercios fueron inmediatas y se conoció el caso de una cooperativa de La Plata que dejó de comercializar los productos de La Serenísima en todas sus presentaciones.
En los aparadores y heladeras del supermercado «La Amistad» puede leerse: «Se suspenderá la compra de artículos La Serenísima debido a los aumentos excesivos de Mastellone Hnos.». En los carteles, el comercio también apunta: «Esta cooperativa no acompañará aumentos desmedidos que afecten la economía de nuestros clientes y trabajará con aquellas empresas cuyos aumentos estén por debajo de la devaluación y realicen un esfuerzo para no volcarle a nuestros clientes el costo del actual cambio en la moneda».
En contacto con la prensa, uno de los socios de la cooperativa, Santiago Brito, apuntó que «La Amistad» está adherida a «a todas las promos bancarias que hay con los supermercados y los programas de precios de referencia y pertenece al acuerdo de Precios Justos». Según consideró «ese el el granito de arena» que aportan en medio de la crisis económica que embate al país.
Además comentó cuál fue el primer inconveniente que tuvieron con Mastellone Hnos. «Nuestro primer problema con la gente de La Serenísima, que solo le respeta los acuerdos a las grandes cadenas. Estamos permanentemente en contacto con la Secretaria de Comercio notificando esto. La leche debería estar a 288 pesos para la venta y el último precio, por el cual decidimos no comprar, fue de 360 para nosotros«, detalló.
En la misma línea explicó que La Serenísima «inmediatamente después de las PASO y el martes cuando la moneda devaluó, fue sacar las bonificaciones, lo que hizo que haya un aumento de 30 por ciento del artículo y cuando le autorizan el 5 por ciento más, lo aumentan». Ese fue el momento en que la cooperativa decidió dejar de comprar esos productos «porque esto significaba subas del 40 por ciento para el precio final».
Por todo esto fue que se inclinaron por trabajar con empresas del interior como Manfrey, La Suipachense, Tregar y Vacalin «que bancaron la devaluación». Brito señaló que estas marcas «entregaron toda la semana al mismo precio y hasta hoy que recibimos un pedido con precio de antes de las PASO y después los aumentos estuvieron entre un 15 y un 20 por ciento». Asimismo acusó a La Serenísima de «ser formadora de precios» y «se escuda que solo subieron un 5% y lo otro eran bonificaciones».
Cambio por una marca argentina.-
A través de un video de Instagram, el comerciante Claudio Paez, explicó por qué decidió dejar de comprar los productos que ofrece la multinacional PepsiCo y optó por Quento que produce en el partido de Luján, provincia de Buenos Aires. «En épocas de crisis cuando ves que ciertas empresas que, de repente, no acompañan al bolsillo del consumidor y tampoco el del comerciante tenés que tomar decisiones», comenzó.
«Te doy un ejemplo», expresó mientras señalaba una estantería casi vacía de productos de la línea Lays. «Son productos extremadamente caros. Las listas no pararon de mostrar un 15 o 20 por ciento de aumento con lo cual los precios se encarecieron mucho y a eso se le suma que no efectúan cambios». Y continuó: «Hace 3 semanas que no pedimos nada por que le decíamos ‘cambianos’ e hicieron caso omiso». Mientras decía esto, Paez volcaba en el piso una bolsa de consorcio llena de productos PepsiCo que no podía vender a los que denominó como «pérdida».
«Entonces fuimos por otra empresa, bien nacional, que tiene productos de primerísima calidad, es argentina; que cuando vos abras un paquete de papas la guita queda acá en el país que es lo más importante. Los precios son superaccesibles», completó.