Una hora antes del mediodía de este jueves, el Concejo Deliberante de Santa Fe buscará legalizar un marco normativo para el funcionamiento de las plataformas electrónicas de intermediación de transporte de personas por automóviles. Durante los últimos 4 años, empresas como Cabify, UBER y Maxim operaron en la ciudad sin la autorización del Municipio y, recibiendo, -esporádica y muy tímidamente- alguna que otra sanción. No obstante, su presencia y la evolución de la movilidad urbana ameritaban que el Legislativo metropolitano tomara cartas en el asunto.
Así, a las 11, los concejales darán a conocer qué han resuelto en torno al tema y a la propuesta oficial para abordarlo. El texto, además de contar con varias reuniones con los actores del circuito, pasó por las Comisiones de Servicios Públicos y Transporte, Hacienda, y Gobierno en dónde la letra y el contenido fueron consensuados.
Si bien la bancada que acompaña al Intendente Juan Pablo Poletti impulsará el visto bueno dentro del recinto, el oficialismo expresará sus recaudos. Precisamente, dudan sobre la capacidad de control que tendrá la gestión que administra el Estado municipal en cuanto a precios, requisitos a cumplir, el número permitido de vehículos para funcionar con aplicaciones y el consecuente impacto en un eslabón pre existente de la cadena de movilidad en la ciudad: El servicio público de taxis y remises.
En tanto, las líneas del proyecto a aprobar o rechazar, se explaya que los conductores de estas empresas virtuales deberán «contar con un carné D1, que es un carné profesional que se podrá solicitar únicamente a partir de que esté aprobada la ordenanza», según explicó el secretario de Gobierno, Sebastián Mastropaolo. «Se pide en la Municipalidad y se otorga en base a lo que será un chofer de plataforma. Esto iguala hacia arriba porque hablamos de profesionalización», agregó.
Según la norma los precios de los viajes deben ser visibles al usuario, el género del conductor o conductora y debe tener habilitados medios de pago electrónicos. Los datos de cada chofer deben estar disponibles al conocimiento de los clientes como así también el seguro de viaje con el que cuenta el vehículo. Mastropaolo aseveró que el Municipio tendrá la información de cuáles serán los coches que estarán trabajando en las apps y sabrán los datos del chofer que estará arriba de un transporte generando «un universo de control mucho más ajustado a nuestra realidad y a la necesidad».
Uno de los puntos álgidos de la iniciativa es que las empresas prestadoras del servicio no deberán contar con una oficina física en la capital provincial pero sí será exigencia que posean un domicilio legal en Santa Fe. Con esto, sí tributarán para las arcas metropolitanas.
Otro es la posibilidad de que un chofer opere con una empresa de taxi o remise además de con varias aplicaciones de viajes. «Vamos a tener las aplicaciones de viajes, pero también un mejor servicio de taxis y remises que van a poder tener la alternativa de tomar una, dos o tres empresas de apps y poder brindar servicio y a la vez tener el sustento de su génesis que es la de taxista y remiseros», señaló Mastropaolo.