En la última sesión ordinaria del año, la Cámara de Diputados de la Provincia dio luz verde al nuevo Código Procesal Penal Juvenil que permitirá que los ciudadanos menores de 18 años que sean encontrados culpables de delitos puedan ser imputados por la Justicia. La modificación se hizo a instancias del aval que brindó el PRO, la UCR y las bancadas evangelistas a tono con la idea de mano dura que predominó en la campaña electoral del Gobernador electo Maximiliano Pullaro.
«Los penales de la provincia son fábricas de deshumanización. Los hemos recorrido y hemos visto la ferocidad con la que se trata a los detenidos. Piensen en lo que será multiplicar la presencia de adolescentes en las cárceles»
Diputado provincial Carlos Del Frade
En tanto, el socialismo, el PJ y la izquierda concentrada en el Frente Social y Popular votaron en contra de la modificación del Código. La diputada Matilde Bruera fue contundente en su alocución: «Esto es malo, indefendible y corre riesgo de ser declarado inconstitucional». En esa línea criticó que desaparezcan los Juzgados de Menores, que las investigaciones estén a cargo de los fiscales del Ministerio Público de la Acusación y que los menores imputados sean alojados en cárceles comunes.
En tanto, el diputado Carlos Del Frade consideró que se está dando «una avanzada punitivista contra los chicos y las chicas». A eso sumó su convencimiento en trabajar en la especificidad de los delitos cometidos por menores entendido por los espacios multidisciplinarios dentro del poder judicial para fomentar la reinserción de los jóvenes. «Se los carga de manera hipócrita con la responsabilidad de los males de una sociedad totalmente distorsionada y desigual por lo que venimos haciendo los mayores», acusó.
«Este código resume lo peor de la política que es trabajar sobre las consecuencias y no sobre las causas. Hay una especie de resignación de los que significa tratar de identificar cuál es el espíritu de la época para intentar dar respuestas», sostuvo para luego aclarar que «desde el año 2000, las niñas niños y adolescentes menores de 16 por ciento son responsables solamente del 0,2 por ciento de los homicidios». En contrasentido señaló que «en esa franja etaria abundan los suicidios».
Con la misma vehemencia de su oposición s lo que se aprobó, Del Frade disparó: «Trabajar sobre la consecuencia es falsificar la idea de la política. Castigar a los que ya están castigados nos da un status de cobardía considerable«.