La pregunta del millón: ¿Cuánto dinero necesita una familia argentina para no ser pobre?

La última valoración de la canasta básica total muestra que el límite con la pobreza ya acaricia el umbral millonario. Para prevenir caer en la indigencia, es decir, no poder siquiera comer, ese mismo grupo de personas requirió de casi medio millón de pesos. Estas mediciones mensuales no contemplan el peso de los alquileres para vivienda.

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En la tarde de este jueves el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) dio a conocer la valorización mensual de la canasta básica en la Argentina. La misma está contiene dos componentes: La Canasta Básica Total que engloba las necesidades fundamentales de las personas para una vida digna y la Canasta Básica Alimentaria que demarca lo requerido para sustentar una alimentación nutritiva.

El ente de mediciones del Estado informó que la primera llegó en septiembre a la friolera de 964.620 pesos. Es lo que debió embolsar una familia de 4 integrantes para satisfacer sus necesidades. Significa un aumento del 1,7 por ciento respecto del mes anterior, una acumulación de 78,1 por ciento desde enero de este año y un encarecimiento anual de 189,9 por ciento.

Respecto de la segunda, el INDEC reveló que el mismo grupo humano tuvo que conseguir 428.720 pesos para no caer en la indigencia a través de la garantía de 4 comidas diarias. Este índice se incrementó un 2,6 por ciento desde agosto, un 94,6 por ciento desde el comienzo de 2024 y en comparación con el mismo mes del año pasado trepó un 202 por ciento.

Fuera de estas cifras que superan en dos y tres veces el salario mínimo, vital y móvil está el costo de los alquileres para vivienda, rubro esencial para la vida en los grandes centros urbano que está atravesando una situación espinosa a 9 meses de la derogación de la Ley de Alquileres.

El panorama celebrado por el Gobierno y sufrido por los trabajadores.-

En la misma jornada, el INDEC dio a conocer que la inflación del noveno mes de 2024 llegó al 3,5 por ciento. La medición fue la más baja de los últimos 22 meses. No obstante, el precio de la baja que es celebrada y publicitada por la administración del ultraderechista Javier Milei es el desplome del consumo que se combinan con el creciente desempleo y los salarios casi congelados.

Durante la era del León la inflación acumuló un 153 por ciento y un 209 por ciento desde septiembre de 2023. Los rubros que traccionaron hacia arriba el IPC fueron “Vivienda, agua, electricidad, gas” con un incremento de 7,3 por ciento como resultado del ajuste de tarifas y especialmente de alquileres. Le siguió “Prendas de vestir y calzado” que se disparó por encima del promedio con un 6 por ciento. En tercer lugar, “Educación” se movió en torno del 4,3 por ciento dados los aumentos autorizados para los colegios privados.

Asimismo, el encarecimiento de las cuotas de prepagas se reflejó en una suba del 3,3 por ciento en «Salud», abonado también por la remarcación de 1,7 por ciento en los precios de medicamentos. Según lo apunta la periodista Carolina Berardi, hizo lo suyo la disparada de 4,9 por ciento en PVP PAMI aunque si se incluyen los medicamentos recientemente quitados del vademécum el guarismo asciende a 9,7.

Pero uno de los rubros censado de mayor sensibilidad, “Alimentos y Bebidas” desaceleró fuertemente su incremento. Luego de 3,6 por ciento en agosto, 3,2 en julio, de 3 en junio, 4,8 en mayo, en septiembre alcanzó un 2,3 por ciento. En este punto colaboraron tanto la carne vacuna, que se movió a la baja en Hacienda por un 4,9 por ciento en promedio respecto al mes anterior, y las verduras que en el segmento mayorista se redujeron un 3,2. En el primer caso, la caída del consumo está influyendo, y en el caso de las verduras, operó la estacionalidad.

El dato no puede ser destacado como merecería por el estado de los ingresos de los trabajadores. La comida puede disminuir su precio pero si no hay dinero para consumir es lo mismo que nada. Por ejemplo, de acuerdo al RIPTE (Remuneración imponible promedio de trabajadores estables) hubo un crecimiento de los salarios de 3,8 por ciento en agosto pero ese mismo mes, la inflación fue de 4,2 por ciento por lo cual perdieron capacidad de compra.