En la sesión ordinaria de este jueves, el Concejo Deliberante de Santa Fe puso un mojón en una discusión que tuvo un comienzo caótico en 2020. Tras rondas de reuniones con todos los actores del sistema de transporte de la ciudad y de revisiones al mensaje oficial, los concejales que representan a los vecinos autorizaron el funcionamiento de las plataformas electrónicas de intermediación de transporte de personas por automóviles dentro del ejido urbano.
Los 17 legisladores, de manera unánime, dieron visto bueno al proyecto para regular una realidad instalada con un propósito que apareció en los discursos de cada uno de ellos: Poner reglas claras para dar soluciones concretas a las necesidades de movilidad de los santafesinos y cuidar el subsistema de transporte de taxis y remises. «Estamos eliminando al competencia desleal mientras ponemos límites», expresó la concejala radical Titi Barletta, una de las impulsoras de la iniciativa tomada por el propio intendente Juan Pablo Poletti.
«Además, la edila puso énfasis en señalar que se podría haber «prohibido la actividad como se hizo en otras ciudades», destacó la edila quien aseguró que se busca compatibilizar y complementar el sistema actual de taxis y remises. «Estamos dando mayores posibilidades de movilidad a partir de la elección de cada uno, creamos mayor empleo formal, más seguridad y previsibilidad. Con esta ordenanza garantizamos que las empresas que trabajan en nuestra ciudad tributen y sean controlada por el Municipio como corresponde. Tendrán un domicilio legal y un representante de residencia local que pueda receptar reclamos», agregó.
Barletta mencionó el Fondo de Movilidad que está contenido en la flamante Ordenanza que se «va a utilizar para obras y acciones que mejoren la movilidad de la ciudad». El mismo se financiará a través de un porcentaje de cada viaje que tributarán las empresas como Maxim, UBER o Cabify y «no lo pagará el usuario».
«Queremos mantener la equidad y las oportunidades para todos los efectores del sistema de transporte», espetó la concejala.
Por su parte, su par correligionario, Carlos Suárez, fue el que introdujo un concepto más que interesante. «Este es un proceso que lleva años. Nos debe dejar una enseñanza sobre cómo abordamos los temas y la necesidad de que ciertos temas maduren en la sociedad. Lo hago pensando en las discusiones que vendrán más adelante«, consideró.
Para el edil «las app son volátiles», en referencia a la poca duración que tienen en el tiempo antes de ser reemplazada por otra novedad tecnológica. «Teníamos que encontrar el camino del equilibrio para cuidar a los taxistas, para incorporar un mecanismo que existe en el mundo y que los vecinos usaban en la ilegalidad», sintetizó. «Esta norma es de vanguardia y muy seguramente será copiada en otras ciudades del país», completó.
En tanto, la concejala de Mesas de Trabajo, Violeta Quiróz, coincidió con quienes la antecedieron en la palabra y ponderó el «equilibrio para los actores involucrados y en la protección de los usuarios que merecen un servicio seguro y de calidad». Habló también de «reglas claras» e «igualdad de condiciones» para choferes de ambos subsistemas.
En la misma línea recordó que meses atrás desde su banca presentó un proyecto para regular la temática y calificó como
«alentador» que una iniciativa como la suya «resuene» en el Palacio Municipal y en el Concejo.
A su tuno, la justicialista Jorgelina Mudallel utilizó la oportunidad para señalar que se debe aprovechar el momento de habilitar un nuevo subsistema -privado en este caso- para revalorizar a los subsistemas pre existentes. En su alocución bridó una perspectiva nueva sobre la finalidad del Fondo de Movilidad cuyo destinatario, entre otros, podrían ser los colectivos, sector de la cadena que viene en crisis desde hace tiempo.
«Las aplicaciones de viaje son una salida en medio de esta crisis económica por lo que es importante que pasen a tener obligaciones como los taxis y remises, que se garantice la igualdad en esta competencia es muy importante también», expresó y consideró que se «podría haber hecho mucho antes».
Saliendo de los elogios a la ordenanza aprobada, la edila pasó a manifestar su preocupación por el control. «La capacidad municipal es la misma, entonces, ¿si antes no se hacía el control por qué se haría ahora?», preguntó a la presidencia. «Los UBER moto presentan un escenario que no se va a poder controlar y va a ser muy difícil que las empresas retiren esta oferta«, remarcó y vaticinó: «Vamos a tener que adelantarnos a todos los problemas que van a surgir con las gestiones para sacar el carnet de conducir. Hoy es una falencia para los ciudadanos, imagínense lo que será cuando vayan los choferes».
«Estamos todos confiando que las empresas multinacionales acepten todas las reglas de juego que estamos sancionando. Es casi un acto de fe»
Concejal Carlos Pereira
Por último, fue el concejal oficialista Carlos Pereira que prefirió hablar de «el cierre de un capítulo de una historia a la que le faltan escribir varios más». En una tónica bastante menos optimista que la de sus pares, el edil apuntó que la ciudad «está atravesando una crisis histórica como nunca se había dado. Está todo patas para arriba y en este contexto damos esta discusión». Por ese camino hizo un racconto de los hitos en la historia reciente del sistema de colectivos, verdaderamente golpeado desde la pandemia y en declive hasta esta parte. «Hoy a los colectivos, en plena caída del corte de boletos, los está sosteniendo el Boleto estudiantil Gratuito», graficó.
Recordó la aparición de los remises, producto de alguna de las crisis cíclicas de la economía. «En ese momento aparecieron muchísimos autos, se hablaba de 5 mil. Hoy hablamos de cifras menores, doscientos o trescientos autos pero es similar. Ahora todo eso que mencionamos lo metimos en una coctelera con cuestiones que no tienen salida en el corto lapso como es la crisis económica», expresó para reducir todo a «los desafíos» que deberán encarar como legisladores.
Entre ellos puso bajo la lupa a un escollo muy real que se dará en los próximos 90 días. «Estamos todos confiando que estas empresas multinacionales acepten todas las reglas de juego que estamos sancionando», puntuó y remató: «Es casi un acto de fe».
«¿Esta legalización va a traer más autos en funcionamiento?», inquirió poniendo un manto de duda y con total certeza disparó: «Va a haber conflictos por venir, sobre todos en los remises. Esos trabajadores que opten por las aplicaciones van a tener problemas con sus agencias».