Con caídas estrepitosas en producción y empleo, la industria y la construcción en la Provincia cerrarán un balance altamente perjudicial en 2019. Solamente considerando los números oficiales en base al Indec, la construcción cayó 8,5 por ciento en septiembre y un retroceso de casi 8% en comparación con el mismo período del año pasado. La obra pública, principal motor del sostenimiento de la actividad, no logró sostenerse en el marco de la crisis económica y Santa Fe acusó recibo, a la espera de las decisiones que tomará el futuro gobernador en la materia.
Así lo reconoció el presidente de la Cámara de la Construcción de Santa Fe, Renato Franzoni, quien en diálogo con LPO reconoció que el sector tuvo un fuerte impulso por parte de la gestión socialista y luego de las elecciones sufrió un freno. “»La obra pública está lejos de ser un gasto es movilizadora y a nivel nacional, nuestra provincia era una de las pocas que apostaba a eso”, sostuvo.
Sin definiciones aun sobre la continuidad de las obras en curso, algunas paralizadas o en procesos de retardo por la transición del gobierno, Franzoni subrayó que ya existieron contactos con el equipo técnico de Omar Perotti y marcó la cancha: «Esperemos que el gobierno que viene tenga la misma política que la gestión actual, con respecto a la obra pública, aunque nadie nos dice qué postura se va a tomar todavía”.
En el caso de la industria, los números que habitualmente mide la FISFE arrojan resultados preocupantes. El famoso exterminio de la actividad fue motivo del discurso de las autoridades de la Unión Industrial Argentina y Santa Fe es uno de los más claros ejemplos de la afirmación. Los números: 8.000 puestos de empleo perdidos y 440 pymes industriales cerradas solo en el último año.
«Hay que ver cómo concluimos el año, pero el nivel de desempleo y de PyMEs que cerraron, es preocupante; por eso y porque hay empresas que no pueden seguir adelante, es probable que en estos meses cierren otras firmas”. La declaración corresponde a Marcelo Morilla, vicepresidente de la Unión Industrial de Santa Fe, que también vaticinó un escenario de debacle de otras empresas que podrían engrosas las cifras de desempleo y cierre.
«El balance es negativo, pero no sólo en cuanto al empleo. Hay industrias en las que el daño fue mayor y son aquellas que también forman parte de un entramado de generación de puestos de trabajo directo e indirecto”, anticipó Morilla. En diálogo con LPO, el representante industrial también indicó que el panorama ya fue compartido con Omar Perotti, al cual describió como un “representante del sector».
Tanto la construcción como la industria, sin embargo, aluden a la dificultad de sostener la inversión privada en un clima de fluctuación constante de la moneda y de los vaivenes políticos: «cada vez que hay renovación política, las expectativas se renuevan. Pero vamos a estar atentos a las medidas que se lleven adelante, sobre todo en cuanto al mercado interno” consideraron en sintonía. Aunque más allá de los diálogos con el próximo gobernador, ambos dirigentes no descartaron un cierre de año complejo y un largo período para la recuperación de índices positivos en dichos sectores.