Durante la inauguración del edificio del Polo Educativo de la Universidad Nacional de Rosario en Puerto General San Martín, el Gobernador Omar Perotti fue consultado por la prensa sobre la posibilidad de suspender las clases mientras dure la ola de calor. Desde el acto en el que también estuvo el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, el mandatario provincial aseveró: “Cada escuela tiene la capacidad de saber evaluar las condiciones en la que está y sus características para poder estar dando clases o no”.
“Creo que tenemos directores con la suficiente capacidad de poder decidir y evaluar si estamos en condiciones de poder dictar clases o se desafectará y no se desarrollarán en esos lugares”, agregó. En ese sentido, puso énfasis en las disparidades edilicias que presentan los establecimientos educativos de la provincia. “Convivimos con escuelas que tienen ventiladores, aires acondicionados, que no tienen problemas de suministro de agua, (y otras) que tienen que tener su dotación de agua potable para reforzar”, sostuvo y ahondó: “cada establecimiento lo primero que tiene que hacer es garantizar las condiciones en que los chicos tienen que estar aprendiendo; no es cuestión de estar cumpliendo un horario si no están dadas las condiciones”.
A esto lo completó con la recomendación de que cada director se conecte con su supervisor de referencia y haga una evaluación rápida para determinar qué hacer. «Donde se pueda dar clases, tenemos que dar clases, donde se pueda generar algún inconveniente se resolverá de otra manera”, completó.
Traje de baño, ojotas y la mochila.-
En la mañana de este lunes los medios de Rosario reportaron que a los alumnos de la escuela primaria Gurruchaga se les propuso ir a clases con indumentaria «más cómoda» y durante el recreo se los refrescó con agua de una manguera. «Nunca vivimos algo así», señaló Mariana Sánchez, la directora del establecimiento en una jornada que tuvo Alerta Roja para buena parte del sur de Santa Fe.
La docente se inclinó por abordar la situación «desde el aprendizaje» y antepuso a la contingencia que «la escuela tiene que dar respuesta, interpretar lo que sucede”. Asimismo, comentó que el establecimiento que dirige cuenta con aires acondicionados pero que no pueden ser usados por los problemas de tensión eléctrica que caracterizan a la zona y por eso, tal como lo hicieron otras instituciones, procedieron como se informó.
“Compartimos ampliamente la no suspensión de clases, si tenemos la posibilidad de continuar, ¿cómo no hacerlo?”, cerró.