El hacinamiento en las unidades del Servicio Penitenciario trajo aparejado la multiplicación de detenidos en comisarías en el departamento La Capital. Según remarcaron desde la Defensoría Pública, «esto no solo significa que los policías tengan que terminar custodiando a las personas alojadas allí, sino que los vecinos de cada barrio cuentan con menos agentes para cuidar su seguridad».
En diálogo con Radio de Noticias, la titular del Servicio de la Defensa manifestó su visión contraria a la versión de la «puerta giratoria», la cual implicaría el ingreso y egreso de detenidos de las unidades penales. «No solamente no es giratoria sino que existen personas que atraviesan su proceso por penas menores privados de su libertad y nos acercamos a los números que hoy tienen las provincias de Córdoba y Buenos Aires», advirtió Balangione.
La funcionaria judicial también consideró que de manera concluyente, el poder ejecutivo no tiene la facultad de reducir la población carcelaria de manera unilateral, tal como anunciara el Subsecretario de Asuntos Penitenciarios Walter Gálvez semanas atrás. «Esto es tarea de la Justicia. La tarea del Estado es garantizar que las cárceles se conviertan en lugares de reinserción y reeducación, pero finalmente se transforma en un lugar de mayor reincidencia posterior», consideró.
«No negamos que existan obras en curso; pero ni aun cuando hubiera construcciones por demás de ágiles, no habría manera de contener el crecimiento de los privados de la libertad. Nunca van a alcanzar porque hay una política criminal punitivista que tiene una única respuesta, tratando a los delincuentes más peligrosos como una masa al igual que alguien que comete otro tipo de delitos menores», reafirmó Balangione.