Desde un acto en la escuela Pascual Echagüe de la ciudad de Rosario, el Gobernador Omar Perotti habló sobre la compleja situación de violencia armada y homicidios que atraviesa la ex ciudad portuaria. Según le comentó a la prensa, los hechos diarios de ese tipo son la respuesta del hampa a las acciones del Gobierno y aseguró: “Los números del delito en Rosario son altos, pero también son récord los números de allanamientos y detenciones”.
En esa línea, consideró que varios de los hechos que conmocionan al público son orquestados desde la cárceles como retaliación a la «rigurosidad» de los controles que su administración lleva adelante entre los presidiarios. Según adelantó -y también lo hizo el secretario de Asuntos Penitenciarios, Walter Gálvez, este miércoles ante la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados- los inhibidores de señal de teléfonos celulares llegarán a Santa Fe en junio.
“Estamos en una situación donde todos vamos tomando dimensión de lo que tenemos en frente. Hay muchas cosas en el avance de la lucha contra el delito que no gustan y tienen sus reacciones”, adujo al ser consultado por la altísima tasa de homicidios del mes de mayo en la mayor urbe del sur de La Bota. Las acciones a las que hizo alusión son que el Ministerio de Seguridad está “equipando más y mejor a nuestra policía, con más efectivos, tecnología y con recursos».
En otro tramo de su charla con los medios reiteró lo imperioso de un «total despliegue de las fuerzas federales» en Rosario. «No hay ningún problema de este tipo que se haya enfrentado en el mundo sin la presencia de fuerzas federales y de la Justicia Federal actuando en conjunto”, razonó el rafaelino. Y pidió la presencia de “los fiscales, los fiscales federales, los jueces”.
“Nos tienen que ayudar a enfrentar el delito organizado. Y estoy convencido de que lo vamos a lograr”, completó.