De acuerdo con el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, durante le tercer trimestre del año, la pobreza ascendió al 44,7 por ciento y la indigencia llegó al 9,6 por ciento. Estas nuevas cifras reflejan un crecimiento de los índices respecto al mismo trimestre de 2022, cuando la pobreza llegó al 43,1 por ciento y la indigencia al 8,1 por ciento.
En tanto, el informe señala que la calidad del empleo cayó a los niveles más bajos desde el 2004 con un 33,1 por ciento de la población económicamente activa mayor de 18 años en condición de desempleo (8,8 por ciento) o de subempleo inestable (24,3 por ciento).
Para el 2024 la UCA prevé que «se abre un escenario en el que la pobreza va a seguir aumentando, no de manera explosiva, sino en niveles similares al crecimiento que tuvo en los últimos dos años». Vale recordar cuál es el escenario anticipado por el Presidente electo, Javier Milei, para el que auguran «un ajuste en los precios relativos» que incidirá negativamente en los niveles de pobreza e indigencia. Para el mediano y largo plazo, Agustín Salvia, titular del Observatorio, predijo que «no se sabe a dónde va a llegar, pero si es exitoso tiene la potencialidad de crecimiento».
En un ejercicio teórico, la UCA estimó a cuánto se irían los valores de de vulnerabilidad social actuales si desaparece la asistencia del Estado: La indigencia treparía al 17,1 por ciento sin la Asignación Universal por Hijo (AUH) y otros programas, al 20,1 si además se excluyeran las pensiones no contributivas y al 11,3 sin bonos extraordinarios. La pobreza subiría del 44,7 por ciento al 47,9, 49,1 y 46,6 por ciento, respectivamente.