Un poco más de presión al cóctel inflacionario que azota al país se dará este viernes cuando el precio de los combustible vuelva a subir. Es que se actualizará el impuesto a los combustibles lo que, irremediablemente, se trasladará a lo que paga el consumidor cada vez que carga el tanque de su vehículo. A principios de febrero, el Gobierno de Javier Milei decidió descongelar el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC).
Las primeras estimaciones creen que el promedio de aumento será del 3,4 por ciento aunque el traslado en el surtidor solo por el componente impositivo será del 4,4 por ciento en la nafta y del 2,7 en el gasoil. El valor del producto, determinado entre otros factores por el dólar y el costo del barril de petróleo, no tendría variaciones significativas. “Creemos que mayoritariamente (el impacto en el precio) va a ser por carga impositiva y si hay algo de variación de valor producto va a ser muy poco”, le comentó a SolPlay Alberto Boz, titular de Federación de Expendedores de Naftas del Interior (Faeni).
Para el futuro cercano lo que viene son actualizaciones con base en los índices inflacionarios de los distintos trimestres del año pasado. Desde el 1 de marzo la suba impositiva empezará aplicarse de acuerdo a la inflación del primer y segundo trimestre de 2023 y en abril habrá otro encarecimiento, correspondiente al tercer trimestre de 2023, y otra para mayo correspondiente al cuarto trimestre de 2023.