Durante el anuncio de la ampliación del servicio de cirugías programas el Hospital Cullen, el secretario de Salud de la Provincia, Jorge Prieto, señaló la marcada fuga de pacientes del sistema privado al público. «Estamos teniendo un vuelco en la demanda que supera el 35 al 40 por ciento hacia los efectores públicos», aseguró.
«Es lo que está aconteciendo en el país. La realidad no escapa a nadie», reparó el funcionario y contextualizó el fenómeno en la crisis económica que atraviesa la Argentina. Además, puso la lupa sobre otro factor preponderante que es «el desfinanciamiento de pequeñas obras sociales que no pueden cumplir con lo que se llama Plan Médico Obligatorio».
El recorte en las prestaciones y los frecuentes aumentos en las cuotas de las prepagas ha propiciado un éxodo al candor del desmejoramiento de la economía y de la capacidad de los trabajadores de cubrir sus necesidades básicas. Los coseguros cada vez más requeridos, los plus –de índole ilegal como es en el caso de los afiliados a la obra social provincial IAPOS- y las demoras en la entrega de turnos hacen que ciudadanos de clase media con cierto nivel de ingresos terminen en los hospitales públicos.
“Mucha gente tiene que bajarse de plan, volver a la obra social o directamente atenderse en el sector público”, explicó el médico y consultor de salud, Lucas Figueroa en el mes de mayo. “Las obras sociales tienen costos en dólares que aumentan y la falta de dólares hace que se dejen de importar insumos para la salud”, completó. Esto, a su vez, impulsa una salida masiva de profesionales de las cartillas de prestadores.