Media sanción de Diputados a la Ley de Reparación a personas trans vejadas en la última dictadura militar

La Cámara baja le dio luz verde al proyecto impulsado por la diputada Bruera para que las personas que integran la comunidad y que puedan acreditar haber sido violentadas por las fuerzas de seguridad durante los años de hierro reciban una pensión. A pesar de haber tenido un recorrido armonioso por las comisiones internas, la iniciativa tuvo resistencias en el recinto. El bloque UCR Evolución decidió, sorpresivamente, abstenerse casi en su totalidad. Sólo las diputadas que lo integran votaron a favor según confiaron a este medio.

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Uno de los primeros temas tratados en la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados de este jueves fue el proyecto para reparar las graves y sistemáticas violaciones a los derechos humanos, cometidas en democracia, por las fuerzas de seguridad en el territorio de la Provincia contra integrantes de la comunidad travesti-trans. La votación que otorgó la media sanción, a pesar del espíritu de la norma y del trabajo parlamentario que transcurrió con normalidad, no fue unánime. Las voluntades que otorgaron la media sanción a la iniciativa fueron 28, las negativas 6 y las abstenciones 10.

La reparación económica que recibirán las personas que puedan acreditar por cualquier medio haber sido víctimas de crímenes de odio durante la dictadura serán agraciadas con el equivalente a dos pensiones contributivas de la Ley 5110.

Ante las tribunas llenas de integrantes de la comunidad, la impulsora del texto, la diputada Matilde Bruera, habló del «especial ensañamiento que tuvo el terrorismo de Estado con la comunidad LGBT» por lo que «hay una deuda, a pesar de la recuperación de la democracia», sostuvo y acotó que «desde 1983 hasta el 2010 cuando se derogó el código de faltas» continuó la persecución a las personas travestis y trans en Santa Fe.

«No era clandestino sino a través de las organizaciones del estado»

Diputada provincial Matilde Bruera

Según recordó, en lo años de la dictadura cívico- eclesiástica- militar, existía una dependencia policial denominada «Moralidad Pública» que perseguía sistemáticamente a esta disidencia sexual. «Había privaciones de la libertad cada vez que salieran a la calle estuvieran o no en ejercicio de la prostitución que era una de las únicas formas que tenían de mantenerse por restar vedadas a cualquier trabajo», comentó la legisladora. “Eran perseguidas por ir con vestimenta que no correspondía a su género”, continuó y aseguró que durante las detenciones en dependencias policiales era sometidas a «todo tipo de vejaciones y tormentos».

«Esta reparación no tiene sólo un valor inmenso para ellas por los sufrimientos físicos y psicológicos sino lo que han perdido en su juventud al haber sido excluidas del estudio y del trabajo. Es una reparación para la vida democrática para ir avanzando en una democracia profunda y seria«, completó la diputada kirchnerista.

De las gradas brotaban aplausos eufóricos y el cántico: “Al calabozo no volvemos nunca más”.

Venimos a reparar una historia de violencia que se ejerció desde el Estado contra una población concreta”, expresó la socialista Lionella Catallini. Asimismo destacó que el recinto en que se producía la votación fue “epicentro de muchos avances de derechos” y puso al Partido Socialista como «gran motor» de muchas de ellos.

Tras reconocer la militancia de las integrantes de la comunidad trans, la legisladora apuntó -con tono electoral- sobre la violencia que aún se ejerce. «También es violencia que algunos sectores políticos no apoyen este proyecto y hagan campaña política hablando mal de la ampliación de derechos», disparó.

A su turno, la diputada justicialista Lucila De Ponti celebró el trabajo de la Cámara en aras de «una sociedad que las respete en donde el Estado sea el primer garante de la libertad y la autonomía de cada persona». En esa línea destacó que la población trans y travestis tiene un promedio de vida de 35 años «por la ausencia del Estado y la discriminación de la sociedad que les impide construir un proyecto de vida».

Por último, resaltó la importancia de la iniciativa aprobada dado que la Argentina se encuentra atravesando «un proceso histórico de discursos de odios u violencia que pugnan por que vuelvan esas viejas usanzas de la violencia».

En uso de la palabra, el diputado Leandro Busatto, reflexionó acerca de lo difícil que es estar cumpliendo 40 años ininterrumpidos de democracia y que aún haya «deudas que sigan costando vidas». «Hay una profunda insatisfacción en la gente. No creen que la democracia sirve para cambiar sus vidas», lamentó pero reparó: «Hoy es un buen momento para poner en valor a la democracia misma».

A continuación se despegó de el resto de los legisladores. «Yo creo que es difícil hablar de la ley de reparación ya que hay compañeras que han perdido la vida. Creo que esto es más un acto de justicia«, reflexionó. «Hay vidas que la política y el Estado ha olvidado. Venimos a pedir perdón y a reivindicar que la política es el espacio para lograr lo ideal», completó.

“de esta legislatura sale la primera media sanción de ley de reparación a la comunidad trans que no existe en ninguna otra provincia”

Diputada Agustina Donnet

En el recorrido de las manifestaciones se encontraron dos voces que pusieron la mirada en el futuro del de la media sanción del proyecto que quedará en manos del Senado. Las diputada del bloque Igualdad, Agustina Donnet, y la del Frente Social y Popular, Damaris Pachiotti, pidieron a la Cámara alta de la Casa de Leyes que «apruebe la ley».

En el fragor del reclamo, la primera le solicitó a sus pares que den sanción a la ley antidiscriminatoria y mientras continuarán con la exigencia a los senadores para que aprueben la ley de educación sexual. La segunda agregó: «Estamos dando media sanción y queda lo más complejo de la institucionalidad que no funciona en la provincia que es la Legislatura o que no lo hace como quisiéramos que lo haga» y se dejó de vueltas: “El senado es la institución más rancia y patriarcal que tenemos en la provincia”.

A continuación, el Bloque Vida y Familia, del diputado Nicolás Mayoraz, votó en contra de la norma. “Más allá del respeto que merece el trabajo de los diputados como las personas que resultan beneficiadas por esta ley, o compartimos ni el diagnóstico de la situación ni la revisión histórica de los hechos y tampoco la solución que se propone”, expresó el legislador en uso de la palabra.

En su visión, el proyecto «viola el principio de igualdad ya que cualquier situación de injusticia merece ser reparada en el marco que señalan las leyes».

La sorpresa en el poroteo.-

Más allá de la consabida oposición de ciertos bloques a temas que imprimen algún tipo de progresismo a las políticas del Estado y que acostumbran votar en contra (Vida y Familia, Somos Vida) hubo un golpe de timón inesperado: El bloque entero de la UCR Evolución, del diputado Maximiliano Pullaro, se abstuvo de la votación, según lo anunció el diputado Fabián Bastía. Lo propio hizo la representante de ERF, Betina Florito, y el de la Coalición Cívica, Sebastián Julierac.

Consultado por Edición Límite, un legislador radical adelantó que no harían declaraciones pero que necesitan más tiempo para hacer algunas modificaciones al texto aunque «el bloque siempre firmo para que avance en la Comisión de Género y en la de Presupuesto».

Ante la ambigüedad de la respuesta, este medio consultó a un miembro de la Comisión de Género sobre si el radicalismo mostró alguno de los mentados reparos durante la discusión parlamentaria. «No recuerdo esa oposición en ese momento», aseguró y recordó que «las diputadas firmaron el despacho sin problema».

Tras una segunda votación por un desperfecto en el sistema electrónico de votación, las legisladoras radicales dieron su voluntad a favor de la reparación post dictadura, destacó la fuente, más allá de la abstención del bloque. «Creo que más bien es una cuestión de coyuntura», aventuró sin darle más claridad a lo ocurrido.